Los Magos de Oriente

No eran magos, eran –al parecer– sabios; no sabemos si reyes o no. Esa manía que tenemos de revestir de magnificencia lo que se escapa de nuestra comprensión, alargándolo hasta lo inalcanzable. Pajes, camellos, dones, regalos… Y en contraste un niño acostado en un pesebre. Los Magos envuelven la noche …