50 aniversario de la muerte de fray Francisco Cantarellas Ballester, agustino

En Palma de Mallorca, donde queda firmemente viva su memoria y las selectas huellas de evangelio con que dejó marcados el colegio San Agustín y la Iglesia de Ntra. Sra. del Socorro. Al resguardo de esta Bahía de ensueño, la comunidad agustiniana de Palma, la comunidad educativa del colegio, los fieles del Socorro; su familia, sus antiguos alumnos, quienes le conocieron y trataron, oyeron hablar de él… han hecho memoria viva de fray Francisco Cantarellas Ballester, religioso agustino, que falleció en Palma el 22 de abril de 1968, hace 50 años.

Fray Francisco fue un hombre singular. Humilde, sencillo, de pocas palabras, trabajador incansable, entregado a su tarea; admirado, querido, recordado. Su vida se desenvolvió casi siempre en Palma. Natural de un pueblo del norte de la Isla, Muro, (1884) de una familia sencilla y trabajadora. Ya mozo ingresó en la Orden de San Agustín como hermano no sacerdote, profesando en el Monasterio de El Escorial en 1909. Vuelto a Palma desarrolló su vida en dos tareas fundamentales: como sacristán de la iglesia del Socorro, expandiendo entre los fieles la devoción a Santa Rita de Casia; y como profesor de primeras letras en el anejo colegio San Agustín. Su familia (tuvo dos sobrinos nietos religiosos agustinos), los fieles de la iglesia que le trataron, viejas amistades y sus antiguos alumnos le recuerdan con particular afecto. Resaltan de él su vida interior, su vida de oración. Era un hombre de fe sencilla, pero creíble, transparente. Su misión como profesor, educador, deja una estela de verdad al reconocer que educaba con el ejemplo: con su bondad y su ternura, su paciencia, su exquisito trato. Su vida oculta y su labor de promoción social en el barrio de Sa Gerrería, siempre desde el anonimato, alcanzó luz propia en la memoria de los fieles con la publicación de su biografía. El recuerdo de este humilde hermano agustino permanece vivo como verdadero “apóstol de la sencillez”.

Dos actos celebrados en la iglesia del Socorro de Palma expresaron la memoria viva y la acción de gracias por el testimonio de este hermano. El sábado 21 de abril, a las 19,00 h., presidida por el P. Pedro José Gordo, director general del colegio San Agustín de Palma, se celebró la eucaristía, participando numerosos alumnos con sus  familias y profesores del centro. Y el domingo 22, presidida por el P. Jesús Miguel, rector de la iglesia, y concelebrada por los PP. José Luis Ovejero, prior de la comunidad, y Baltasar Ramis, sobrino-nieto de fray Francisco, tuvo lugar la solemne eucaristía “in memoriam”, con gran participación de fieles y amigos.

Qué duda cabe que conservar la memoria agradecida nos permite descubrir en el hoy huellas de verdad y evangelio, que sembraron con esfuerzo los que nos antecedieron en la fe y la esperanza.

fray JM., Rector del Socorro de Palma