Apertura oficial del proceso de beatificación y canonización
del Siervo de Dios Francisco Cantarellas Ballester.
Palma de Mallorca, 29 de noviembre de 2021
A las 19:30 h. en la iglesia de la Mare de Déu del Socors de Palma de Mallorca tuvo lugar la apertura oficial del proceso de beatificación y canonización de fray Francisco Cantarellas Ballester (Muro- Mallorca 1884 – + Palma de Mallorca, 1968).
Presidido por el Obispo de la diócesis de Mallorca, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Sebastià Taltavull y Anglada, con la presencia del P. Asistente General de la Orden de San Agustín, fray Javier Pérez Barba; del Postulador General, fray José Sciberrás; del P. Provincial de la Provincia de San Juan de Sahagún, que agrupa a todas las comunidades de agustinos de España, fray Domingo Amigo González; del P. Consejero Provincia, fray Carlos José Sánchez Díaz, y de la comunidad agustiniana de Palma, tuvo lugar la solemne sesión de apertura del proceso.
Presente el Ayuntamiento de Muro, pueblo natal del fray Francisco Cantarellas, presidido por su alcalde, D. Antoni Serra, y la Parroquia de San Juan Bautista de Muro, bajo la presidencia del Rector, Mn. Pere Gerard Bestard. Familiares de Fray Francisco, gente de Muro, fieles de la iglesia, profesores y familias del colegio San Agustín, amigos, colaboradores… El Socors de Palma vistió las mejores galas para celebrar juntos el inicio de un largo camino, en el que se busca la gloria de Dios, manifestada en sus hijos, en este caso, el de un humilde religioso agustino, que fue testigo del evangelio de la sencillez en cuantos le conocieron y trataron.
El acto fue la primera sesión del proceso de beatificación y canonización, durante el cual se intentará probar que el Siervo de Dios Fr. Francisco Cantarellas Ballester ejerció en grado heroico las virtudes cristianas: las teologales, las morales y las virtudes anejas.
Esta comprobación se hace a través de dos vías: la histórica y la testifical.
Para la vía histórica el Sr. Obispo ha nombrado una Comisión de expertos en historia y archivística, que llevarán a cabo una exhaustiva investigación documental, que certifique históricamente todo lo referente a la vida del Siervo de Dios. Forman esta comisión el P. Jesús Miguel Benítez, presidente, Mn. Pere Fiol i Tornila y el Dr. José Manuel Díaz Martín. Los miembros de esta comisión prestaron juramento ante el Obispo en la sacristía del Socors, antes del acto oficial en el templo, estando presente la Secretaria-Canciller del Obispado, M. Francisca Ferrer, las autoridades de la Orden de San Agustín y la comunidad de Palma. El juramento les obliga a actuar con verdad en todas las tareas que desarrollen para cumplir con la misión encomendada.
Y para la vía testifical el Sr. Obispo ha nombrado un Tribunal compuesto por un Delegado Episcopal, Mn. Gabriel Ramis Miquel; un Promotor de justicia, Mn. Nadal Bernat Salas y dos Notarios, D. Juan Manuel Pons Campos y D. Mateo Cerdá Vicens. Este Tribunal, que en acto público y solemne prestaron juramento ante el Obispo, de actuar con verdad en la tarea encomendada, tiene como misión recabar los testimonios vivos de cuantos conocieron y trataron al Siervo de Dios, para avalar con esos testimonios los rasgos de santidad en la vivencia heroica de las virtudes cristianas de Fray Francisco.
La ceremonia pública, en la iglesia y ante el numeroso público asistente, la abrió el Rector del Socors, fray Jesús Miguel Benítez, dando la acogida a todos los presentes y describiendo el acto a celebrar.
A continuación el Obispo elevó una breve oración, pasando al acto jurídico propio, para el que habíamos sido convocados.
Se sucedieron los juramentos comenzando por el Sr. Obispo, siguiendo por los miembros del Tribunal y concluyendo con el P. Postulador General de la Orden. Ceremonia solemne y sencilla a un tiempo, en medio de un conmovedor silencio, que no dudó definir Mons. Taltavull como “silencio contemplativo”, pues es verdad que el Socorro entero, como definían los Padres antiguos volvió a ser “antesala del cielo”, en acto tan emotivo y entrañable.
Dirigió la palabra a los presentes el Señor Obispo, felicitándose y felicitando a los fieles, a la Iglesia de Mallorca, que en unos de sus hijos reconoce el paso de Dios, su bendición, considerándole digno de ser reconocido como fecundo testigo del evangelio y recordando que, aunque la mirada al pasado, a las huellas y latidos de un humilde religioso, es la tarea fundamental que se encomienda para el desarrollo de esta Causa, por ello somos invitados también a mirar de manera creativa y esperanzada al futuro, toda vez que estos testigos nos impulsan a hacer hoy visible y creíble esa estela de santidad en nuestros compromisos cristianos y en nuestras responsabilidades familiares, laborales y sociales.
Y tras una breve oración conclusiva y la bendición a la asamblea impartida por el Sr. Obispo, se hizo la presentación del P. Jafet R. Ortega Trillo, agustino, director de la Capella Giulia en la Basílica Pontificia de San Pedro del Vaticano, que ofreció un concierto en el histórico órgano del siglo XVIII, que se conserva en esta iglesia del Socorro.
Ofreció el P. Jafet R. Ortega un programa con explícitas referencias marianas en este solar y templo de la Mare de Déu, como Virgen Bendita y sin par, de Pedro Escobar (1465-1535) y Virgen muy digna y hermosa, de Alonso de Alba (+1522). Por la belleza expresiva de la pieza destacaron las Vacas glosadas, de un anónimo escurialense del siglo XVII, concluyendo el concierto con la Sonata 104 del Padre Antonio Soler (1729-1783). El concierto fue muy aplaudido por el público, reconociendo la magnífica ejecución del concierto.
La música que, según San Agustín, permite al hombre alcanzar la virtud y elevarse hasta Dios, se convirtió en una prolongación festiva y gozosa de la acción de gracias a Dios por la vida y la memoria de fray Francisco Cantarellas. El impresionante, respetuoso y espiritual silencio se inundó de música, invitando a la alabanza y bendición a Dios por el don de su misericordia, manifestada en la vida de un humilde religioso agustino.