Se trata de una Jornada promovida por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, que surgió a iniciativa del Papa Francisco, en el marco del Jubileo de la Misericordia, que nos invitó a ser “misericordiosos como el Padre”. La Jornada se organiza entre el viernes y sábado que anteceden al IV domingo de Cuaresma, a nivel diocesano.

Son 24 horas centrados en la adoración de la Eucaristía en la que los cristianos son invitados a celebrar el sacramento de la misericordia y la reconciliación. Es un momento de intensa oración y de redescubrir el sentido de la propia vida a la luz y la fuerza de la misericordia divina, recibida, experimentada en el sacramento del perdón.

La iniciativa está tomando fuerza en el marco de la Cuaresma, tiempo de gracia, tiempo de conversión y penitencia. El ayuno, la oración y la limosna, esos tres pilares de la vida cuaresmal, son un camino de transformación, que nos alientan a examinar la conciencia, a admitir humildemente nuestro pecado y a confesarnos, a través del ministerio de la Iglesia, alcanzando el perdón y la gracia.

Y así podremos subir al Gólgota, sin caretas, sin dobleces, sin buenas intenciones, sino sobrecargados de obras de misericordia, con un corazón limpio, hasta poder abrazar la cruz y al Crucificado, para alentar nuestros pasos en la esperanza de la vida, que acontecerá en la mañana luminosa de la Pascua.

En este año 2018 la Jornada tendrá lugar el viernes 9 y el sábado 10 de marzo, inspirándose en las palabras del Salmo 130,4: “De ti procede el perdón.

La comunidad de PP. Agustinos de Palma, desde la iglesia de Ntra. Sra. del Socorro y el colegio San Agustín, invita a participar a todos en esta Jornada, que se celebrará en la capilla del Seminario diocesano, Plaza de San Jerónimo, en Palma.

Los Agustinos tenemos asignada una hora de adoración y servicio en el ministerio de la confesión sacramental. Quienes lo deseen pueden unirse en esta hora de adoración con la comunidad agustiniana. De manera particular invitamos a todos los integrantes de la comunidad educativa de nuestro colegio: alumnos, profesores, personal, familias, APA…; a los fieles asiduos a la iglesia del Socorro, amigos y fieles en general.

Es un momento fuerte de comunión eclesial: con la persona y el ministerio del Santo Padre, que con tanto entusiasmo apostólico tomó esta iniciativa de vitalidad eclesial; a la iglesia que camina en Mallorca, a nuestro obispo y sacerdotes y diáconos, a las comunidades cristianas, religiosos, grupos, asociaciones, movimientos… Somos iglesia, nos manifestamos como iglesia, oramos, adoramos al Señor, como iglesia –unidos– y celebramos el perdón y la reconciliación como familia de Dios, como comunidad de fe y esperanza.

Y en ello descubrimos con gozo que caminamos en plena sintonía con el espíritu eclesial del santo obispo de Hipona, del que nos sentimos verdaderos hijos y herederos.