Sacro Cingolo de Prato (Italia)

Conocido con diversos nombres: Cinturón de la Virgen María, Sacro Cingolo, Sacra Cintola, el Cinto de la Theotokos… se conserva en la catedral de Prato, en la Toscana italiana, cerca de Florencia, un relicario de cristal y oro que contiene un fragmento de la venerada como Correa de la Virgen, en piel de camello. Su historia se hunde en la leyenda, con datos contrastados a partir del siglo XII y origen Jerusalén.

La leyenda en Prato asegura que este Sacro Cingolo llegó de Tierra Santa de manos de un mercader y peregrino italiano que allí se había casado con la hija de un sacerdote de rito siriaco que guardaba la reliquia. Cuando murió el mercader, la reliquia se donó a la catedral. Entre los peregrinos famosos se encuentra San Francisco de Asís que viajó a esta ciudad en 1212 para venerar la Sacra Cintola.

Esta reliquia está lógicamente relacionada con el misterio de la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma a los cielos y la tradición de que la Virgen entregó este “Sacro Cingolo” al apóstol Santo Tomás. Amplísima es la antigua iconografía de esta aparición de la Virgen y entrega de su correa al apóstol. En nuestra iglesia del Socorro de Palma, en la capilla de la Virgen de la Consolación, encontramos un lienzo antiguo, de autor anónimo, que representa esta escena, al pie del cual se lee lo siguiente: “Aparición de la Virgen al apóstol Sto. Tomás y le entrega la correa”. Y entre paréntesis la alusión a “San Dionisio”. Creemos se trata de San Dionisio Aeropagita, discípulo de San Pablo, primer obispo de Atenas, que escribió sobre la “Dormición” de la Virgen. Esta tradición es similar a la española del apóstol Santiago y la Virgen del Pilar, a orillas del Ebro.

En el siglo XIV se construyó la capilla donde se conserva tan venerada reliquia, dentro de la catedral de Prato, generándose a partir de ahí obras maestras del arte, expresión de la piedad popular que resalta el valor del Sacro Cingolo como protección de la Virgen y escala para acceder al cielo por su intercesión.

En el siglo XVI, por mediación de la familia Médici, se elaboró el relicario de cristal y oro en que actualmente se conserva, exponiéndose a pública veneración cinco veces al año, en fechas especiales.

Con motivo del VI centenario de la colocación del Sacro Cingolo en la capilla de la catedral de Prato, el Papa San Juan Pablo II envió un mensaje con fecha 26 de julio de 1986 al obispo de Prato, Mons. Gastone Simoni, en el que decía: “Varios artistas han representado a la Virgen Santísima durante su Asunción, en el momento de quitarse el cinturón y entregárselo al Apóstol Tomás. Precisamente a partir de esta pía tradición popular, la reliquia se ha convertido para los fieles en una invitación a contemplar el misterio de la Asunción de la Virgen al cielo en alma y cuerpo¨.

Y el Papa Francisco, en su visita a Prato, el 10 de noviembre de 2015, veneró la sagrada reliquia y la mencionó como una de las más peculiares reliquias atribuidas a la Virgen. Ante la población de la ciudad, hizo alusión al significado de vivir con la cintura ceñida con la verdad, como indica el apóstol Pablo en Efesios 6,14. Y les dijo “María es aquella que con la oración y el amor, en un silencio activo, transformó el sábado de la decepción en el alba de la resurrección. Si alguno se siente cansado y oprimido por las circunstancias de la vida, confíe en nuestra Madre, que es cercana y consuela porque es Madre. Siempre nos alienta y nos invita a volver a poner nuestra confianza en Dios: su Hijo no traicionará nuestras expectativas y sembrará en los corazones una esperanza que no decepciona.”

María CONSUELA porque es Madre. Pues ahí vamos, peregrinando con nuestras cinturas ceñidas en la memoria de la Madre de la Consolación y Correa.

  1. Madonna de la Cintola. Benozzo Gozzoli
  2. Ostensión del Sacro Cingolo en 2007
  3. San Juan pablo II con el Santo Cingolo
  4. Papa Francisco ante el santo Cingolo
  5. Cuadro de la aparición de la Virgen a Santo Tomás y entrega de la Santa Correa. Iglesia del Socorro. Palma de Mallorca