Mes de mayo en la Iglesia de Ntra. Sra. del Socorro de Palma de Mallorca, bajo el cuidado de los PP. Agustinos. Es un misterio que se repite año tras año, cantidad incontable de fieles pasan ante la imagen de Santa Rita de Casia a lo largo de este mes, de manera más destacada en el día de su fiesta, el 22 de mayo.

En los días previos, desde el 13, fiesta de Ntra. Sra. del Socorro, titular del templo, tiene lugar en los cultos de la tarde la celebración de la novena en honor de la Santa. La media de asistencia en estos cultos es de más de un centenar cada día, siendo imparable el paso de devotos en la mañana o en la tarde, según horario de apertura del templo. Al terminar la misa vespertina, ante la imagen de la Santa se entona el himno en su honor, obra de los PP. Samuel Rubio (música) y Andrés Pérez de Toledo (letra), a la que añadió tres estrofas el actual Rector del templo, para tener así una distinta cada día de la novena.

El día 21 del mes, último de la novena, al terminar la misa, se hace la bendición de rosas y el aceite de la Santa, según el ritual de la Orden Agustiniana. Los devotos traen sus propias rosas, que se llevarán bendecidas, y al mismo tiempo donan al templo rosas, que serán repartidas acompañadas de una estampa entre los fieles que vayan pasando por el templo. Y son miles cada año. He ahí el misterio del mes de mayo en el Socors de Palma.

Misterio o milagro. Masas: ancianos, adultos, jóvenes, niños… de toda clase y condición, de la ciudad y de los pueblos cercanos y lejanos. Es una auténtica peregrinación urbana. Españoles y extranjeros, locales o inmigrantes. Masas, que ordenadamente se sitúan frente a Santa Rita y ponen a sus pies su corazón y su vida: dando gracias, buscando su intercesión para una necesidad, poniendo un dolor, un sufrimiento, un silencio, una lágrima y un río incontable de esperanza.

Año tras año, con fidelidad inaudita. No hay anuncios de periódicos, nadie llama a nadie. Indefectible.: el 22 de mayo: “anem al Socors…”, “vamos al Socorro”, que allí nos espera la Santa abogada de imposibles.

Pero no es este espectáculo de masas, las largas filas que se desparraman por las calles vecinas, la cantidad de flores de todas clases, de rosas principalmente, que adornan la capilla… Lo que más llama la atención es que esa procesión concentrada en un día y en los previos de la celebración de la novena, se prolonga a lo largo del año en un continuo y permanente recalar de fieles con su dolor y su lágrima, con su gozo y su sonrisa, ante la Santa de Casia, sobrecargados de una esperanza que hace posible seguir luchando, tirar hacia adelante, esperar contra toda esperanza que puede brillar, más allá de las tinieblas que a veces nos enturbian el horizonte, un sol capaz de deslumbrar la mentira del hombre y del mundo. Ahí está lo más espectacular del culto a Santa Rita de Casia. La constancia de los fieles del día a día.

En su fiesta se celebran misas a cada hora, desde las 8,00 hasta las 13,00 h., con una asistencia media de 200 fieles en cada misa. Al finalizar la misa se da a venerar la reliquia de la Santa, que se conserva desde finales del siglo XIX en esta iglesia. La atención al confesionario, la predicación, el cuidado del templo, la atención a las personas con dificultades de movilidad, a los ancianos, la atención personalizada a los fieles que lo solicitan… es todo un movimiento de apostolado que la comunidad agustiniana puede llevar adelante por la ayuda incondicional de laicos comprometidos, fuertes devotos de la Santa, que a lo largo del año desgastan horas en el cuidado del templo y en el culto.

A la tarde se celebra la misa solemne, concelebrada por la comunidad de PP. Agustinos, que este año presidió Mn. Nadal Bernat i Salas, Vicario Judicial de la Diócesis de Mallorca, que tuvo palabras de agradecimiento y fraternidad con la comunidad agustiniana y la labor que realiza en el colegio San Agustín y esta iglesia del Socorro, al servicio de la sociedad de Palma y la iglesia de Mallorca.

Al concluir la misa la reliquia es ofrecida a la veneración de los fieles, mientras se entona, solemnísimo, el himno en honor de la Santa.

Un año más Santa Rita ha tenido el culto que se merece en este templo, donde secularmente se le ha rendido veneración con entusiasmo por parte del pueblo de Mallorca en este su solar y casa.